1 de noviembre
Amada mía,
Espero mañana coincidamos, como acordamos ayer, y te enseño nuevos sitios. He encontrado una tienda de peluches muy bonita, y te he enviado un conejito, con lazo rosa. Creo que tardará menos de una semana, espero te guste.
Se lo que me dices, y si, vamos a tener que continuar de esta forma. Te he jurado que no voy a dejar de quererte nunca, pero es cierto que no puedo cambiar de vida. El trabajo es mi pasión, este objetivo, universal, y ya sabes que no me puedo conformar con menos. Aunque me diesen un sueldo millonario, no podría cambiar, ahora ya sólo por el orgullo. Y ya sé que la estabilidad es lo necesario, establecido y deseado por muchos, pero la rutina me apaga, y de esta forma, tengo vida, sueños, deberes y nuevos conocimientos, además de la oportunidad de poder verlo todo. Y te añoro, eres la única en mi corazón, pero... Entiendo si algún día encuentras un buen hombre como marido, mientras tenemos nuestra relación, y, aunque te vea poco, prefiero seguir así, y conformarme con nuestros encuentros, pero dímelo todo, aunque haya alguien más...
Espero te sirva de consuelo, tengo ganas de verte mañana.
Acuérdate que t.q.,
David
Comentarios
Publicar un comentario